No es de extrañar que Bali sea tan popular, porque tiene opciones para todos: desde tumbarse en la playa y no hacer nada en todo el día, subir volcanes o explorar pueblos de montaña en medio de campos de arroz.

Con templos y personas por todas partes (4 millones en una isla de 5000 km2), uno no se cansa de ver cosas interesantes y hablar con los balineses, que no tienen prisa y pueden hablar horas y horas. A pesar de ser bastante turístico, sólo hay que apartarse un poco de las áreas turísticas y ya no te marearán con las ofertas «taxi», «masaje» y «Sarung sarung», y la gente que encontrarás no hablará casi inglés.
En todas partes hay ofrendas a los dioses, en forma de incienso, arroz y flores y en cada casa hay un altar, aparte de los cientos de templos hindúes que están repartidos por toda la isla. Como me comentó un viajero holandés, ¡esta gente hace ceremonias por todo!
Para matar el pollo, por la luna llena, por la economía, por la cremación, etc… Algunos balineses creen que por eso tienen más suerte que sus vecinos musulmanes de Sumatra, porque con tanta ceremonia aplacan la ira de los dioses.
La mejor manera de moverse por la isla es alquilar una moto. Te permite detenerte en lugares donde no hay turistas, interactuar con la gente y ir a tu aire.

Una ceremonia balinesa en la casa de Yoman

En el pueblo de Bona (cerca de Ubud) conocí a Yoman, una mujer muy auténtica. Una o dos veces al año pilla la motocicleta al atardecer y se va a Java, la isla vecina al oeste, para comprar madera. Llega allí por la noche y por la mañana compra madera y la inspecciona, y luego que se la envían en camión. Vuelve a casa el mismo día para preparar la cena porque dice que sino la familia no se espabila. Con la madera hace muebles para vender, principalmente a los turistas holandeses, que también se puede alojar en una casita que tiene en medio de campos de arroz. Muy amablemente, me invitó a una ceremonia bianual el día siguiente en su casa, y que duró tres días.

Bali ceremonia

Yoman Preparando la ceremonia

Llegué temprano a su casa y ya había hecho un montón de pequeñas cestas y bandejas de muchas formas diferentes, con hojas de palmera y grapas, que las llenaba de arroz, plátanos, caña de azúcar, huevos hervidos, pollo y coco, y que distribuyó por los cuatro altares de la casa. Parece que el primer día es el día de la purificación.
El sacerdote tocaba la campana mientras recitaba algunos versos, mientras ellos purificaban los altares con agua y flores, y luego se purificaban ellos mismos. Al final, quemaron ofrendas y las rociaron con agua de coco joven (purificador), y se movieron por la casa lanzando gritos peculiares, como se puede ver en este video:

Ubud

Luego fui a Ubud, donde hay el templo Monkey Forest, lleno de monos que no se inmuntan por la presencia humana y que uno puede estar observando horas y horas:

También en esta zona hay un montón de campos de arroz  de colores verde y amarillo increíbles.  Producen hasta 3 cosechas al año y tienen plantaciones distribuidas en canales de riego que también utilizan como duchas. Una vez maduro, cortan el arroz y lo golpean contra una estructura metálica para extraer el grano. Tirándolo desde más arriba de la cabeza y aventándolo con unas bandejas de mimbre, extraen las impurezas y dejan que se seque tres días al sol para separar el grano del casco.

Arroz de Bali

Plantación de arroz

campo de arroz Bali

Fantásticos tonos de verde en Bali

Trabajadoras arooz bali

Limpiando del arroz

Con una gente que conocí en el hostal hicimos un tour para subir al Monte Batur (1717 m). Nos recogieron a las 2 a.m. y comenzamos a caminar por la noche, para llegar a la cima cuando salía el sol, ¡espectacular!
Monte Batur

Mt Batur y Mt Agung en segundo plano

Monte Batur

Amanecer en Mt. Batur, con el Rinjani al fondo en la isla vecina, Lombok

Monte Batur

Inspector Gadget, Sultán, Sofie y nuestro guía

También se pueden visitar templos muy pintorescos, como Tirta Empul y el cercano Gunung Kawi.
Tirta Empul

Templo Tirta Empul

Purificación Bali

Chico purificándose en el templo

El oeste de Bali: campos de arroz y Amed

Continué la ruta con la motocicleta que alquilé por la zona de Iseth y Selat y el templo Lampuyan, zonas de montaña muy auténticas, para finalmente llegar a la península de Amed, un grupo de pueblos pesqueros con pequeñas embarcaciones que salen a pescar al atardecer y llenan el mar de cientos de velas de colores.

Algunos locales salen a pescar turistas (generalmente jóvenes europeas viajando solas) y ofrecen gafas de bucear para ver el coral y peces de todos los colores o los barcos hundidos en la zona. Esta península es increíble, con el volcán Agung al lado, una costa fantástica y pueblos aislados de montaña.

Puesta de sol Amed
Atardecer en un pueblo costero de Amed

La comida y la gente

La comida es muy buena, pescado, arroz, una especie de pastelillos de soja que se llaman «tempe», «Pinchitos» con «Ayam» (pollo) que se llaman «saté» con salsa sambal (muy picante), «Babi guling» (cochinillo a la parrilla) y «Lawar» (coco enrojecido, chile y sangre de cerdo). 
Pero lo mejor de todo es la gente: muy sonriente, deseosa de comunicarse y con buen sentido del humor. Encuentras niños que dejan de jugar a bola (fútbol) o Badmington, y te enseñan a hablar «Bahasa Indonesia» (el idioma común de Indonesia) y «Bahasa Bali» (Balinés), bares de montaña con gente muy auténtica que se mean de la risa cuando tratas de hablar indonesio, guías como Iwayan «Bon Jovi» que dice que siempre sonríe (incluso cuando está enojado) y como el conductor Koman, que se enamoró de una chica en el pueblo de Amed, y como el padre de ella no consentía la boda (él era pobre) tuvo que robar a la novia para que esté aceptase el enlace.

También encuentras gente muy pobre, como un hombre con una azada que me pidió un cigarrillo y luego, señalando sus pies descalzos y mis zapatos, unas sandalias.

niñas enseñan bahasa indonesia

Unas niñas me enseñan Bahasa Indonesia

Koman Bali

Koman, que robó su novia

Con pocas ganas de irme de Bali, tomo un barco hacia la vecina isla de Lombok, al este. El ferry tarda 4 horas en hacer 25 kilómetros, ¡no está mal!

Barco Bali Lombol

Un barco de Padangbai a Lombok

¡Saludos!
Yep yep Yep
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