Después de las aventuras por la zona de Arequipa, continúo el viaje yendo hacia Paracas, Huacachina y Ayacucho.
Paracas
Paracas es un pueblo costero 3 horas al sur de Lima y 12 horas al norte de Arequipa. Es bastante turístico, pero tranquilo, y se puede visitar las «Islas Ballestas», con fauna local como pingüinos, leones marinos y diversas aves, y la reserva nacional de Paracas.
Luchando contra el viento conseguimos llegar a un minúsculo pueblo de pescadores llamado «Lagunillas», que con las barcas, pelícanos y las dunas parece exactamente un cuadro. Aquí aprovechamos para comer ceviche y beber una cerveza.
Pelicano en el puerto de Lagunillas |
También visitamos la playa de la Mina y la Catedral, un acantilado con vistas espectaculares y una puesta de sol magnífica.
Puesta de sol en la Catedral, Paracas |
El Oasis de Huacachina y el Pisco de Ica
De Paracas voy hacia el Oeste para visitar Huacachina, un oasis cerca de Ica. El lugar fue una especie de balneario para descansar a mediados del siglo XX y hoy en día es un centro turístico donde la gente va para ir en boogie por el desierto y deslizarse dunas abajo con una tabla de snowboard. A pesar de las discos llenas de adolescentes de Ica los fines de semana, el lugar tiene un cierto encanto.
Oasis de Huacachina |
Con mi amiga Karin de Lima decidimos dar una vuelta en Boogie por la tarde, que es mejor para evitar el calor y poder ver la puesta de sol. ¡Es como una montaña rusa pero por el desierto!
También aprovechamos para visitar los viñedos y bodegas de Tacama. Cuando los españoles invadieron Perú, plantaron las primeras cepas para obtener vino para las misas cerca de Mollepata, a casi 3000 metros de altitud, y la cosecha no fue muy bien. Por eso trasladaron los viñedos cerca del mar, en el desierto domesticado por canales de irrigación por las culturas Nasca y Paracas.
Con el tiempo, aparte de vino, comenzaron a producir Pisco, el aguardiente estrella de Perú.
Ayacucho
Monumento en la Pampa de Quinua que conmemora la Batalla d’Ayacucho. |
Aparte de haber sido la base de la civilización Wari (Siglos VII a XIII), es un lugar clave para la independencia del Perú y los países de América latina de España después de la victoria de las tropas patrióticas sobre las realistas en 1824 (capitulación de Ayacucho).
Y lo que más me impresionó es la historia del terrorismo, que tuvo mucha fuerza en esta área. A partir de 1980 y durante 12 años, hubo una guerra entre el grupo Sendero Luminoso, que quería instaurar un régimen campesino comunista y el ejército, que consideraba los campesinos y estudiantes como un peligro.
El balance fue de 70.000 muertes, el 45% por parte de Sendero Luminoso, el 30% por parte del ejército y el resto por otros grupos armados como Tupac Amaru. Un drama con desaparecidos, violaciones y torturados con consecuencias que aún duran.
Mural en el museo del ANFASEP, Ayacucho |
Aquí un trailer del interesantísimo documental de Luis Cintora, Te saludan los cabitos:
Y aquí otro que explica un poco más lo que pasó en los cabitos, Ayacucho, desde el punto de vista de las madres y mujeres de desaparecidos, muy emotivo:
Antes de tomar el bus, me como un sándwich con picante que me cae fatal. Dieciséis horas en bus, con curvas y sin parar para ir al baño … ¡la compañía se llama Chancas, no la recomiendo!
Deja una respuesta